La siguiente persona en
despedirse de mi fue Deen. Fue corta, pero no nos teníamos que decir mucho. Le
pedí que cuidara a mi familia, me prometió que lo haría. Lo hará.
La siguiente y última en
despedirse de mi fue la madre de Glimmer. No lo esperaba, pero lo hizo. Me
pidió que cuidara a Glimmer y me deseó mucha suerte, para después darme un
pequeño beso en la frente y salir. Que mujer tan adorable.
Estuve un rato solo. Cuando llegó
un agente de la paz y me escoltó hasta el auto que nos llevaría a la estación
del tren. Glimmer y yo estuvimos todo el camino callados, más sin embargo
Violetta se la pasaba hablando de lo hermoso que es el Capitolio. Ahora ya sé
por lo que pasó Lana.
Llegamos a la estación y había
muchos reporteros del Capitolio, claro, querían tener en la primera plana a los
tributos del Distrito 1. ¿Cómo no?
Agradecí a mis adentros cuando el
tren llegó, por fin tendríamos algo de tranquilidad para pensar, tal vez será
muy poco el tiempo que tendremos, ya que el Capitolio está demasiado cerca del
Distrito 1, pero algo es algo.
Entramos al tren y Violetta nos
encaminó al comedor del enorme y lujoso tren, y nos pidió que tomáramos
asiento. Ahora que lo pienso… ¿dónde están nuestros mentores? En ese momento vi
entrar a los guapos hermanos Gloss y Cashmere, vencedores de años consecutivos.
Y tomaron asiento justo enfrente de nosotros.
-
Y bien, Glimmer, Marvel. ¿Cierto? – Nosotros dos
asentimos. – Muy bien, mucho gusto, yo soy Gloss, y ella es mi hermana
Cashmere, seremos sus mentores durante su experiencia en los Juegos del Hambre.
Y así continuamos hablando por un
tiempo más, hasta que nos pidieron que nos aseáramos, ya que en una hora
llegaríamos al Capitolio y teníamos que estar relucientes.
Glimmer y yo nos retiramos del
comedor y fuimos hacia nuestras habitaciones. Antes de entrar nos abrazamos.
-
¿Cómo estás? – Le pregunté.
-
Estaba bien, hasta que vi que tendría que pelear
contra ti. No quiero Marvel, no quiero. Estoy asustada. – Me dijo viéndome a
los ojos, podía ver en ellos su miedo.
-
Tranquila Glimmer, las cosas pasan por algo, y
ya no podemos hacer nada, más que cuidarnos el uno al otro, ¿de acuerdo? – Le
dije y ella simplemente asintió, no podía hacer otra cosa.
La abracé de nuevo, y besé su mejilla, después la solté, le
dediqué una pequeña sonrisa y entré a mi habitación para darme una rápida
ducha.
Al entrar al baño noté una gran diferencia y un gran
problema. Estas duchas son diferentes a las que usamos en casa. Estas tienen
múltiples opciones para cosas innecesarias. Si quieres brillar o no, si quieres
oler a rosas o a tulipanes. ¿Qué diferencia hay? Hice mi mejor intento para no
picar a algo fuera de lugar y tener una ducha normal.
Al terminar de ducharme y salir, me coloqué la ropa interior
y me vestí con un pantalón color negro, una camiseta básica con cuello V blanca y
mis zapatos negros. Me coloqué algo de loción, me peiné y amarré la pulsera que
me acompaña desde hace 5 años a mi muñeca.
Azora.
Ahora me siento pésimo porque he roto la promesa. Tal vez ya
nunca la veré. Puedo ganar estos estúpidos Juegos y buscarla pero eso
implicaría matar a Glimmer y no puedo hacer eso. Ya. Tranquilo Marvel. Trata de convencerte en que las
cosas se acomodarán por si solas.
Salí de mi habitación, y justo a tiempo porque Violetta ya
iba avisarme que habíamos llegado. Me acerqué a una ventana y vi las calles del
Capitolio, justo como en la televisión lo anuncian, llenas de color y con la
gente paseando en ellas. Glimmer se acercó a la ventana y los saludaba a
algunos, y a otros les lanzaba besos, desde donde estaba pude ver que los
estaba volviendo locos.
-
Vamos, Marvel, acércate.
Hice lo que me dijo y me acerqué a la ventana. Comencé a
imitar a Glimmer, los saludaba y saludaba a otros, pero nunca les mandé besos.
Eso no era lo mío, y en mí es muy poco probable que se vea sexy.
Como el Distrito 1 siempre llega primero al Capitolio por
ser el distrito más cerca, tenemos más tiempo para descansar hasta el desfile.
Entramos al Centro de Entrenamiento, que sería nuestro “hogar” o mejor dicho
prisión durante los siguientes días, hasta que los juegos comiencen. Subimos a
nuestra planta y cenamos, y hablamos de algunas estrategias. Para cuando
terminamos, Violetta nos pidió que tomáramos asiento en el living, donde veríamos
la reseña de las cosechas.
Entonces
aparecen los ya conocidos Caesar F. y Claudius T. Los primeros comentarios son
los de siempre, que este año los juegos serán inolvidables para después dar
inicio a las cosechas, la primera es la del distrito 1. Veo todo desde otra
perspectiva. Me tranquiliza un poco ver que a pesar de sentirme horrible por
dentro en ese momento, por fuera me veía muy tranquilo y seguro de mí mismo.
Después sale la cosecha del 2, los tributos del 2 se ven en buenas condiciones,
sobretodo el hombre, Cato, que se ofreció voluntario sin dudarlo. Lo más seguro
es que seremos aliados.
La cosecha del 3 estuvo normal, nada bueno. Sé que ninguno
de ahí podría ser mi aliado. Cuando comenzó la del 4, prestaba mucha atención,
no sabía la razón, pero lo hacía por impulso. No sé que esperaba ver.
Cuando la mujer encargada del Distrito 4 saca la papeleta y
dice el nombre de la mujer tributo; no
sé cuál ni cómo fue mi cara al momento de escuchar el nombre de la chica, pero
por lo que sospecho, no fue muy bonita… Ya que mis mentores y Violetta me
preguntaron si estaba bien, cuando Glimmer sabía que no lo estaba.
Si. La tributo mujer del Distrito 4 es Azora Rog.
Puede haber miles de Azoras en el Distrito 4, pero sé que es
ella, porque cuando vi sus ojos verdes y su caminar tranquilo al escenario,
hizo que mi corazón diera un vuelco. No lo podía creer.
-
Marvel, ¿qué sucede? ¿estás bien? – Me preguntó
Cashmere.
-
Si, si, es sólo que… nada, olvídenlo.
-
Eso no suena muy convincente. – Me dijo Gloss
está vez.
-
Sí, bueno, no importa, sigamos viendo las
cosechas.
No me creyeron del todo, pude notar que Glimmer me envió una
mirada preocupada y estoy seguro de que Cashmere preguntará después el por qué
de mi nerviosismo.
Seguimos viendo las cosechas, pero por mi parte no podía
dejar de pensar en Azora. Sobrevivió, llegó sana y salva al Distrito 4, y ahora
es tributo. Es oficial. Nací para ser jodido por la vida.
Después algo llamó mi atención. Distrito 12. Si, la chica
que se ofreció voluntaria por su hermana, es algo nuevo para ser de un Distrito
no tan importante, es algo que no se puede dejar pasar, ya que, ¿quién se
ofrece voluntario para morir? - El chico y la chica. Se ven peligrosos para ser
del 12. Tendré cuidado con ellos. Nota mental, no juzgues a un libro por su
portada. Ten cuidado con el 12.
En cuanto terminó la reseña, me levanté inmediatamente del
sillón y me encerré en mi habitación. Tengo muchas cosas en las que pensar.
Sé que no debo, pero ahora me siento con la responsabilidad
de cuidar a 2 personas además de mí.
«Esto
es un juego, y sólo uno puede sobrevivir. Eres parte de él. Quieras o no,
alguien morirá y no lo podrás evitar.» Ese vago pensamiento merodeaba por mí
cabeza como si no hubiese un mañana. No era el mejor momento para pensar en
aquello. Sólo provoca un dolor en mí ya lastimado corazón. No, no lo hagas…
No te rompas Marvel. Eres un profesional.
Eran las 2 de la mañana cuando sentí que alguien se sentó en
mi cama. Giré un poco mi cabeza, y eran Cashmere y Glimmer.
- Marvie, ¿estás bien? – Me preguntó Glimmer. Ella
sabe que no lo estoy, pero tiene que preguntarme para asegurarse.
-
Claro que si, Glimmer, soy un profesional.
-
No, Marvel. No por ser un profesional quiere
decir que no debas de sentir, no significa que no debas tener sentimientos, no
significa que debes ocultarlos. Que hayas sido entrenado desde pequeño para asesinar y no ser asesinado no quiere decir que debas estar hecho de piedra. – Me gruñó mi rubia amiga.
-
Lo siento Glimmer, pero sabes que no lo estoy.
-
¿Puedo preguntar por qué? – Ahora la que habló
fue Cashmere.
-
Te explicaré…
Y así fue, le expliqué el por qué a Cashmere. Desde un
principio yo sabía que tal vez no le parecería o me regañaría y diría que lo
dejará a atrás, que uno de los dos moriría y todo acabaría, pero fue todo lo
contrario… hasta ya ideó un plan para hacer una alianza y después del segundo
entrenamiento hablaría con los mentores
del Distrito 4, para saber si estaban de acuerdo. También sé que eso implica
que Cashmere le cuente a Gloss, pero eso es lo que menos me preocupa. Que
Cashmere le cuente a todos los que quiera, mientras yo tenga garantizado que
estaré con ella y Glimmer, no me importaba.
Cashmere es demasiado comprensiva para ser verdad. Después
de la charla, me abrazó y se retiró, dejándome solo con Glimmer.
-
¿Por qué? – Me preguntó Glimmer.
-
¿Por qué?... ¿qué?
-
¿Por qué estás tan empeñado en protegerla cuando
solo la viste y hablaste con ella una vez?
- No lo sé. Es la pregunta que me he hecho desde
que la conocí.
- ¿No estarás enamorado de ella, cierto Marvel?
- No lo sé, Glimmer. Créeme que no lo sé. Lo único
que sé es que estoy dispuesto a protegerlas a ambas, ¿sabes? - Me sinceré.
- Gracias.
Bueno, Marvie, nos veremos en la mañana, te quiero mucho.
Dijo esto, se levantó pero fue hasta donde yo estaba y me
dio un beso en la frente, me abrazó y me susurró un “buenas noches”.
Me quedé pensando en lo que me preguntó Glimmer cuando
llegué a una posible conclusión.
¿Será que Azora es la persona que está hecha para mí? Tal
vez pronto lo sepa.
Este ha sido mi capítulo favorito... Marvel aceptando que va a morir porque nunca mataría a Glimmer o Azora, es muy tierno :{3.
ResponderEliminarAy se paso de tierno, no me gustaría estar en sus zapatos, mira que tener que proteger también a Azora esta medio difícil :c agslshsks espero el siguiente MJ! Te quiero.
ResponderEliminar*le me crying a lot* kjakjdhasklljdlaskdjas aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, que bonito<3 :'|
ResponderEliminarMe dio risa lo de aventar besos e_________e hehehehehe
En caso de que no te acuerdes de mi, soy tu fans y te amo<3 e____e
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