viernes, 6 de septiembre de 2013

11








Desperté pasando las 8:30 a.m.

Tenía que prepararme. Protestando me levanté de la cama y me di una rápida ducha que duró al menos 10 minutos. Al salir, vi que mi cama ya estaba hecha y sobre ella había un extraño atuendo que seguro se usará para los entrenamientos. Me vestí rápidamente y fui directamente al living, ahí ya estaban casi todos, solo faltaba Glimmer.

Tomé uno de los platos que había en el comedor de la plata y me serví el desayuno. Después de 5 minutos salió Glimmer, sirvió su desayuno y se sentó a mi lado.

-       Es más que probable que hables con ella hoy, ¿sabes?
-       ¿Cómo lo sabes?
-        Es muy obvio. Cashmere me contó que en los entrenamientos hay un descanso de 1 hora, en el cual se sirve el almuerzo. La mayoría de las alianzas se inician ahí. Es del 4, debe de ser una profesional al igual que nosotros. Así que aprovecha los 60 minutos que nos darán.
-       Gracias Glimmer – Le dije con una sonrisa, y ella me sonrió de la misma manera.

Al terminar el desayuno todavía faltaban 15 minutos para las 10 a.m. pero decidimos ir bajando para darle una vuelta al Centro de Entrenamiento. Violetta nos concedió el permiso. Al bajar vimos que habíamos sido los primeros en llegar. Buen comienzo. Estuvimos esperando unos minutos más cuando las demás parejas de tributos comenzaban a bajar. Cuando yo pensaba que ya estábamos todas las parejas reunidas en una tensa media luna alrededor del Centro de Entrenamiento bajó la pareja del 12, que puntuales.

Atala nos recibió y comenzó a leer las reglas. También leyó algunas de las causas por las cuales algunos tributos morirían, la lista de habilidades y los puestos. Al concluir nos dijo que nos sintiéramos libres de comenzar por donde quisiéramos. Vi muchos puestos como el de nudos, como hacer una fogata, plantas comestibles, camuflaje y demás, pero no pensé que fuese necesario ir a ellos, ya que todo eso ya lo había aprendido en la Academia. Así que fui directamente hacia las armas, al igual que los demás tributos profesionales.

Tomé una lanza y me coloqué a 13 metros de un muñeco fabricado especialmente para los entrenamientos, arrojé la lanza y cayó justo en el centro, donde se suponía que estaba su corazón. Bien. Sonreí para mi mismo cuando escuché a alguien detrás de mí.

-        Bien hecho, 1. – Dijo una voz de mujer a mis espaldas. Como no reconocí la voz me giré y la vi. Era Azora, tenía una sonrisa en su rostro, y un cuchillo en sus manos.
-        Muchas gracias, 4. – Le respondí con una sonrisa igual o más grande que la suya.

Noté como Azora dejó el cuchillo en su lugar y se acercó rápidamente a mí, para después abrazarme. Le correspondí el abrazo y a pesar de que fue un rápido fue justo como hace 5 años. Fue cálido, y estaba necesitado de él.

Cuando nos separamos hubo un breve silencio, pero nos veíamos a los ojos.

-          Te extrañé demasiado, Marvel.
-         Y yo a ti, Azora. ¿Te parece si hablamos en el almuerzo? Tenemos que contarnos muchas cosas. – Ella asintió, me dio un beso en la mejilla y estuvo a punto de irse cuando la tomé por el brazo. – Azora… dije que hablaríamos en el almuerzo, pero nunca te pedí que te fueras. Tu compañía es lo que necesito.

Vi como los ojos de Azora tenían un brillo especial y esto ocasionó que un leve color rojizo apareciera en sus mejillas y una sonrisa escapara.

No hablábamos mucho. Pero tampoco nos separábamos. Estuvimos entrenando juntos, y aprendíamos cosas nuevas del otro. Por ejemplo, ella me enseñó arrojar un cuchillo con más precisión, y yo le enseñé dos trucos con la lanza.

Estaba esperando con muchas ansías la hora del almuerzo, para poder hablar. Y por fin llegó. Fuimos hacia el comedor y tomamos nuestras bandejas para tomar los platillos que quisiéramos. Vi a Glimmer sentada en una mesa con los tributos del Distrito 2, me acerqué a ellos y le dije a Azora que me siguiera.  Al llegar a la mesa vi como ellos hablaban animadamente y cuando Glimmer me vio sonrió, me moví un poco y vio a Azora, cuando la vio me sonrió mucho más.

-         Cato, Clove, él es Marvel, mi compañero de Distrito, y la chica a su lado es Azora, del Distrito 4.
-          Tomen asiento. – Nos dijo Cato. Me senté al lado de Glimmer y Azora se sentó a mi lado. – Azora, ¿cierto? – Cato le preguntó, y ella asintió, espero que no le pregunte alguna estupidez - ¿Por qué no llamas a tu compañero de Distrito? No nos caería mal un poco más de compañía, después de todo, también es un profesional.
-          En un momento más vendrá, estoy segura.  – Y así fue, después de unos minutos Breck, el compañero de Distrito de Azora nos preguntó si se podía sentar con nosotros, a lo que Cato asintió.

Ya habían pasado 30 minutos desde que nos habíamos sentado ahí, nos restaban tan solo 30 minutos para hablar, así que Azora y yo nos alejamos un poco y comenzamos a hablar.

-         Antes que nada Marvel, te quiero agradecer de nuevo por haberme hecho compañía, si yo hubiese estado en tu lugar creo que ni siquiera me hubiese acercado, así que… te lo agradezco. También te quiero agradecer que a pesar de haber hablado poco te hayas convertido en mi mejor amigo, si, tal vez suene estúpido, pero en el 4 no tenía muchos amigos, si acaso 2, pero contigo me sentí tan bien… demasiado para ser verdad. Y, cuando te fuiste, me quedé ahí alrededor de 1 hora, pensando en muchas cosas. Al final decidí regresar al 4. Lo hice. Me tardé como 1 semana, pero llegué. Ahí ya me daban por muerta, pero cuando me vieron se alegraron demasiado. Me  llevaron al hospital donde me preguntaron cómo había sobrevivido, les conté muy poco, y en casa… hablé sobre ti, y la promesa. Mi hermana se burló de mí, diciendo que era una tontería de niños, que sería imposible que nos fuéramos a ver de nuevo. Tuve muchos problemas por el listón y la promesa, ¿sabes? Pero no me arrepiento. Cuando fui elegida en la cosecha me sentía horrible, sentí como si hubiese roto la promesa. Me culpaba constantemente. Al entrar al tren no pude evitar derramar unas cuantas lágrimas, pero luego pensé: si gano esta cosa lo puedo encontrar con más facilidad. Ahí fue cuando me calmé un poco. Sin embargo cuando Finnick me pidió que saliera de mi habitación para ver el resumen de las cosechas, sentí como se me caía el alma a los pies cuando te vi, Finnick lo notó y después me preguntó el por qué, le expliqué y fue muy comprensivo.

Ya no sabía qué hacer o qué pensar, pero toqué su mejilla y paseé mi pulgar por ella. Le conté que yo había pasado por lo mismo, y que mi madre me decía que me resignara, pero yo me negaba, también le conté lo que sentí cuando la vi en la cosecha, y cuando la vi después del recorrido. Cuando terminé de contarle, el almuerzo ya había terminado, y regresamos al Centro de Entrenamiento. Ahora estuvimos juntos pero con el Distrito2, Glimmer, y su compañero de Distrito. Como era de esperarse, una alianza ya se estaba formando.


Y así fue como pasamos los últimos 2 días en los entrenamientos: juntos. Entrenábamos y almorzábamos juntos. No estoy seguro de si estábamos levantando sospechas pero es lo que menos me importa. Azora se está volviendo parte de mí, y sólo la quiero a mi lado.

El día 3 tenemos un entrenamiento privado de 15 minutos con los jueces. No nos pudimos sentar juntos o cerca, pero cuando fue mi turno, volteé a verla y me susurró un: Puedes hacerlo. Y le respondí con una sincera sonrisa.

Al finalizar con el entrenamiento privado nos enviaban directamente a nuestra planta, así que ya no pude ver a Azora. Cuando llegué a mi planta Glimmer me recibió muy peculiarmente…


-         ¿Qué tal te fue, chico enamorado? – Me dijo Glimmer mientras se tiraba sobre mí con una gran sonrisa en su rosto. Esperen… ¿dijo chico enamorado?
-          ¿Chico enamorado?
-          No te hagas el desentendido Marvel, es más que obvio que éstas enamorado de Azora, siempre lo has estado. Ya hasta Cato y Clove lo notaron. Y si, ¿cómo te fue?

No sabía que responder ante mi nuevo “apodo”. Chico enamorado. “Estás enamorado de Azora” pensar en esta posibilidad hizo que una traviesa sonrisa saliera al aire y que mis mejillas tomaran un color rojizo.

-         Aw, ¿lo ves, Marvie? Estoy segurísima de que pensaste en Azora y te pusiste así.
-         ¿Cómo te fue a ti Glimmer? – Pregunté tratando de cambiar el tema.
-         Ah, ya sé que estás haciendo… cambias el tema. No importa. Después lo aceptarás. Y me fue bien, gracias. Por cierto, dice Gloss que cambies de atuendo para cenar y ver la calificación.
-         Muy bien, gracias.

-      Me dirigí a mi habitación, tenía la cabeza en todas partes ya que no dejaba de pensar en eso que me dijo Glimmer. Tal vez… es cierto, y no lo quiero aceptar.

Al terminar de ducharme y cenar nos sentamos todos en el living esperando a las calificaciones finales. Aparece Caesar Flickerman y explica que es la evaluación de los últimos 3 días en los entrenamientos. Después sale mi cara y comienza:

-            Marvel, del Distrito 1 tiene una calificación de 9.

9. No está mal. Ya tengo un patrocinador asegurado.

-   Glimmer, del Distrito 1 tiene una calificación de 9.

Y así continuó, como era de esperarse los profesionales sacamos calificaciones altas. Cato obtuvo un 10, Clove un 9, Azora un 8. Todo iba bien hasta que se llegó a las calificaciones del Distrito 12. Sabía que algo no me iba a gustar. El chico obtuvo 8, y la chica… ¡¿UN 11?! ¿Cómo es posible? Como había dicho al principio. Tener cuidado con el 12.

Mañana es el día de las entrevistas, así que nos mandaron a dormir temprano.

Me quedé ahí sentando por más tiempo hasta que a mitad del camino, mis mentores y Glimmer se giraron a mí y me preguntaron algo que no entendí, después Gloss dijo:

-         Marvel… ¿me escuchas? Amigo, ¿dónde has tenido la cabeza estos días?
-          En los ojos y labios de Azora, Gloss – Respondió Glimmer con una pequeña risa.

Eso si lo escuché, y solo logró que me sonrojara.

-          Basta Glimmer, ¿no ves que Marvel se sonroja con solo mencionar su nombre? – Dijo Cashmere jugando al mismo plan que Glimmer y Gloss.

-          Chicas, deténganse, dejen al pobre respirar. ¿No notan que con solo verla o pensar en ella se le va el aliento y se va a las nubes? – Dijo ahora Gloss en tono de burla.

No me molestaba que hicieran ese tipo de bromas, ya que de cierta forma, son verdad.

Después de esto entré a mi habitación y solo me dejé caer en la cama para ir cerrando los ojos lentamente y caer de sueño.



Ahora todo lo que pienso y veo antes de dormir y después de despertar es Azora.

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