domingo, 22 de abril de 2012

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La plaza se va llenando, tanto que mucha gente se tiene que quedar en la calle y observar por las pantallas que han puesto.

Me dedico a ver el escenario provisional que construyeron delante del Edificio de Justicia. Ahí hay 4 sillas, un podio y dos grandes urnas redondas de cristal.

Conforme pasa el tiempo, el alcalde sube al podio y empieza a leer. Es la misma historia de todos los años, o eso me han dicho los mayores. En ella habla de la creación de Panem, el país que se levantó de las cenizas de un lugar antes llamado Norteamérica. Comienza a enumerar los desastres, sequías, tormentas, incendios, mares que subieron y tragaron gran parte de la tierra, y de brutales guerras, que llevaron a Panem. Con un Capitolio rodeado por trece distritos, que llevó a la paz y la prosperidad a sus ciudadanos. Entonces llegaron los Días Oscuros, la rebelión de los distritos contra el Capitolio. Donde derrotaron a 12 de ellos y aniquilaron al decimotercero. Se creó el Tratado de la Traición, y eso nos dio Los Juegos del Hambre, que ya se sabe de más en qué consisten.

-          Es el momento de arrepentirse, y también de dar gracias – recita el alcalde.

Después de esto, lee la lista de los habitantes del Distrito 1 que han ganado en anteriores ediciones de Los Juegos del Hambre que han sido muchos. A continuación el alcalde se retira del podio y veo como una mujer con ropa extravagante color rosa, pelo dorado, llena de diamantes, y muy, muy alegre se apodera del podio. Claro, la famosísima Violetta Mers.

-          Distrito 1, mi distrito favorito. ¡Felices Juegos del Hambre! ¡Y que la suerte esté siempre de su parte!  - Dijo con el conocido acento del Capitolio.

Después de esto, hizo lo habitual. Habló de que somos su distrito favorito, que es un honor estar aquí y de lo mucho que le gustan los juegos. Al terminar su parloteo, se acercó a la urna redonda de cristal asignado para las mujeres y sacó una de las tantas papeletas.
-          Bien, ¡esto es muy emocionante!, la afortunada es… ¡Rita Gales!

Rita. Es una chica de 15 años un poco bajita, cabello rubio y ojos azules, hija de un agente de la paz, la he visto una que otra vez en los entrenamientos de mayores. Es muy buena con los cuchillos.

-          ¿Hay algún voluntario?... Al parecer no. Ahora bien, vamos con los muchachos – Dijo esto y se acercó a la urna redonda de cristal de los hombres. – Y el gran afortunado es… ¡Jadd Syn!

Jadd. Chico de 17 años. Es el hermano mayor de una de mis compañeras de clase, es todo un profesional. Es pelirrojo de ojos azules, musculoso y muy alto.

-          ¿Voluntarios? – Nada… - ¡Parece que tenemos muy buenos tributos este año, Distrito 1! – Dijo Violetta muy emocionada. Me repugna. – Ahora, dense la mano tributos.


Se dieron la mano para después sentarse y escuchar al alcalde leer el largo y aburrido Tratado de la Traición. Para finalizar, los dos tributos, dos mentores, Violetta y el alcalde entraron al Edificio de Justicia y nos dejaron irnos a los demás. Ahora Jadd y Rita tendrán que despedirse de sus seres más queridos para después tomar un tren al Capitolio. Serán los primeros en llegar. Los demás nos fuimos, busqué a mi padre con la vista y lo encontré, me despedí de Deen y le dije que nos veríamos el lunes, el hizo lo mismo y corrí hacia mi padre. Después de la cosecha nos dan el fin de semana libre.

Llegamos a casa y cenamos. Les quería contar sobre Azora pero creo que es muy pronto.
Al terminar la cena ayudé a mamá con los platos sucios y a lavarlos, teníamos que hacerlo rápido, ya que teníamos que ver la reseña de las cosechas. Es obligatorio verlo.

Regresamos al comedor y mamá encendió la pequeña televisión que tenemos. Ahí estaban, los legendarios Caesar Flickerman y Claudius Templesmith comentando sobre los juegos de este año, que serían muy interesantes.
Vimos las cosechas de una en una. Todas fueron tranquilas y no hubo nada fuera de lo normal. En unos días comenzarían los juegos, y muchos rumores dicen que será una arena diferente a las demás, ya veremos.
Mientras tanto, yo ya estaba cansado, así que decidí irme a la cama. Ya no quería saber nada más de los Juegos del Hambre por el momento.

Estaba a punto de quedarme dormido cuando su cara vino a mi mente. Si, Azora. ¿Cómo estará? ¿Seguirá aquí? ¿Ya tomó su camino de regreso al Distrito 4? No lo sé. Espero que sí.

Sin embargo, hay algo respecto a Azora que si sé.
Le hice una promesa, y la cumpliré sin importar lo que tenga que hacer.                                           
Son promesas de niños, pero eso no le quita importancia.                                                   




Promesas son promesas, y estas se tienen que cumplir.

2 comentarios:

  1. MariaJose! Me gusta mucho tu manera de escribir se que son solo 4 capítulos pero en verdad me esta gustando mucho debes seguir sin pensarlo dos veces lo haces bien y ahora me haces ver a Marvel de una manera diferente. Ah! Y debes apreciar que eres a la primera que le he escrito comentario hehe okya

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