lunes, 9 de abril de 2012

Promesas







-         No me dejes aquí sola, por favor.

Me pidió en un hilo de voz. La miré a los ojos, de los cuales ya estaban escapando las lágrimas que estaba reteniendo.
-          Quédate conmigo, ¿por favor?

Me volvió a pedir, viéndome a los ojos. No quería que se fuera.

-          Siempre. Siempre estaré contigo. Te lo prometo.

Tomé su mano y la besé. Vi como sus ojos se iban cerrando lentamente, ella trataba de evitarlo, pero sabía que era el final.
-          Te amo.

La escuché decir con lo poco que tenía de voz.

-          Te amo. Nos veremos pronto, lo prometo.






Promesas son promesas. Y estas se cumplen. 

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