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¡Marvel! ¿Ya estás listo? – Me preguntó mi
hermana desde el pasillo.
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Ya voy.
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Vamos galán, sé que te quieres ver bien por si
ves a alguien en la cena, pero es suficiente. Date prisa, ya hay que irnos,
tenemos reservación. Mamá y papá ya están abajo.
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Ya voy, ya voy. – Tras decir esto, Phoeb bajó
protestando. Me di una pasada con el cepillo para acomodar mi cabello, me puse
un poco de loción, y mi corbata.
Iba saliendo de la habitación cuando
recordé que olvidaba algo… Claro, la pulsera. Volví por ella y la volví a
amarrar a mi muñeca.
- Vaya, hasta que te dignas a bajar Marvel. – Me
bufó mi hermana.
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Ya. Sé que te morías por verme, pero aunque sea
finge un poco que después mamá y papá comenzarán a sospechar cosas sucias de
ti.
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Ja-ja-ja, tonto. – Con esto me dio un leve golpe
en el hombro, y mamá y papá comenzaron a reír.
Realmente gustan los momentos
como estos.
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Ya, niños, compórtense, viene un tax por
nosotros
.
Subimos al tax y papá le dio el nombre del restaurante al
cual nos tenía que llevar. Un tax es un transporte público pero con límite de
personas, caben máximo 5. Los Taxs solo están en el Capitolio, Distrito 1,
Distrito 2, y Distrito 6.
Bajamos de él y entramos al elegante restaurante. Era glamur
por doquier. Cosa que mi madre y Phoeb amaban.
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Buenas noches, sean bienvenidos. Su nombre, por
favor. – Nos recibió un hombre con ropa colorida.
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Jonn Homs. – El hombre revisó tableta
electrónica, obviamente fabricada en el Distrito 3.
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Claro, síganme por favor. – Tomó 4 menús y nos
guió a una tranquila área del exclusivo restaurante. -Aquí tienen sus menús,
cuando se sientan preparados para ordenar vendrá alguien a atenderlos, muy buen
provecho.
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Muy bien, y ¿qué platillo les provoca agua en la
boca, muchachos? – Dijo papá.
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No lo sé, tal vez el número 5. Cordero suena
bien, eh.
- Yo quiero el número 3. – Dije yo, que consistía
en un delicioso y gordo filete de pescado, con pasta adentro y salsa sobre él.
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Yo quiero el 7, cariño.
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Muy bien, yo pediré el 5 al igual que Phoeb.
Y así, papá ordenó nuestra cena y bebidas. Nos la queríamos pasar en grande y olvidar por un momento que mañana
es el día de la cosecha.
En cierto punto de la velada,
papá llamó nuestra atención diciendo que quería hacernos saber algo. Nosotros
guardamos silencio.
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Madee. Quiero que sepas que eres el amor de mi
vida, siempre lo has sido y siempre lo serás. Estamos hechos el uno para el
otro, y te quiero agradecer por estos 24 años de matrimonio, y por nuestros
hijos, que son maravillosos seres humanos. Es hermoso despertar a tu lado,
sabiendo que eres mía y yo soy tuyo, que siempre compartiremos nuestras vidas.
Es hermoso saber que tenemos unos hijos tan hermosos. Siempre que veo tus ojos
y tu sonrisa, es como la primera vez que te vi, sigo cayendo en ellos. Eres mi
compañera, mi mejor amiga, mi pareja, mi esposa. Mi amor. Te amo.
Y es por esto que sé que el amor
verdadero existe. Mis padres son el vivo ejemplo de ello. Se aman como si
no hubiese un mañana y siempre están agradecidos de tenerse al lado. Es por
ellos que sé que hay alguien para mí que me amará y yo amaré así como ellos se
aman, incluso puede que más. Dirigí mí mirada a mi madre y tenía los ojos cristalinos, estaba a punto
de llorar de felicidad. Ahora veo a mi hermana, que tiene una sonrisa de oreja
a oreja y también quiere llorar.
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Madee. Sé que regalos como estos no son de mucha
importancia, pero quise comprarte esto. – Con eso sacó de su saco una caja
aterciopelada color rojo, la abrió y en ella había un hermoso brazalete con
pequeños zafiros azules incrustados en él. Era hermoso. Cuando pensamos que era
todo, estábamos muy equivocados, ya que papá mostró la otra sorpresa. Al
reverso del brazalete estaban nuestros nombres escritos. Ahí fue cuando mamá
dejó sus lágrimas salir. – Sé que no es la gran cosa, pero me gustó mucho.
-
Oh, Jonn. – Dijo mamá, para después pararse de
su asiento y darle un beso a papá. - Claro que es la gran cosa. Tu eres la gran cosa. ¿Puedo usarlo ya? – Dijo emocionada
mamá.
- Claro que si, cariño. – Con esto, papá le colocó
el brazalete a mi madre. Ella estaba tan feliz por su regalo. No por las
piedras preciosas. No. Si no por el detalle que tuvo mi padre.
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Te amo tanto Jonn. Los amo tanto niños.
-
Y yo a ustedes. Mi familia. Los amo demasiado y
haría todo por ustedes. Son mi todo. Los amo.
Con esto todos nos dimos un
abrazo y salimos del restaurante.
Yo también quiero un amor
genuino.
Que lindos los papás de Marvel :')
ResponderEliminarMe likea tu comentario :3
Eliminar*le crying* hajksdhksjadkasd que bonitoooo!!!
ResponderEliminarTe wa dejar muchos comentarios porque no comenté en los capitulos pasados... Shame on me!
ResponderEliminarHola, soy tu fan y te amo♥
ResponderEliminarGracias por tus hermosos comentarios Johanna, y no te preocupes, jaja. ¡Lloremos juntas!
EliminarYo me declaro una Jolover<3 {nombre de tu fandom} ;)
Awww mucha miel en este capítulo! Me encanto, y tu que dices que no escribes bien. Oiesamamada hahahahahahahah okno. Byesssshhhhhh
ResponderEliminarPor eso digo que suelo ser cursi cuando me lo propongo, jajaja. Muchas gracias, Queen<3
Eliminarme gostha. _angela.
ResponderEliminarEstá muy lindo el capítulo :3 quiero otro... Se me hizo algo en el estómago cuando leí lo que decía el papá de Marvel.
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